Muchas veces leemos libros que nos cortan la respiración, libros que nos mantienen en una constante zozobra acerca de lo que viene, libros que sentimos nos entienden. He tenido diversas oportunidades de leer libros excelentes, con mensajes y materiales que me ayudan como persona, pero fue hasta que leí "El Túnel" de Ernesto Sábato, que senti que alguien se había adentrado en mi mente, en mi corazón.
Juan Pablo Castel pintor afamado y bastante trastornado, es esa clase de personas que solemos encontrar en el camino, inseguro, déspota, torturado y tímido. Maria, una mujer como muchas, cansadas de probar con el amor, un mujer triste y melancólica que vive en la constante búsqueda de la compresión, una mujer dispuesta a entregar su alma y su cuerpo a una persona que no la hace sentirse sola.
La atracción es mutua, hasta que se evidencia lo viciada de esta relación y lo contraproducente que puede llegar a ser.
Muchas veces cuando nos enamoramos no logramos ver más allá de esa ilusión que nos bloquea los sentidos, y no es hasta muy tarde cuando entiendes lo que ocurre, y cuando ves los resultados de ese "amor"...
el amor no es obsesión, ni humillación, el amor no es un constante odio-amor, el amor es solo eso amor, amor con confianza, con pureza, con fe...
Pero al parecer Juan pablo, no podía creer que esa mujer lo amara a el, que como lo amaba a el podía amar a muchos otros, además que la novela presenta factores en los cuales puede dudarse de ella, sin embargo, era una mujer que escuchaba atenta, y que estaba dispuesta a discutir buscando la conciliación.. una mujer a la cuál un insulto la hacía sentirse humillada, pero la hacía sólo capaz de derramar unas lagrimas en sus mejillas...
Lagrimas que trataban después de muchas palabras y humillaciones, de ser borradas por parte de ese hombre que la amaba, a tal punto que solo lograba hacerle daño...
Juan pablo es un hombre acomplejado, un personaje oscuro, rechazado por sí mismo, excluido, inseguro, incapaz de sentirse amado a plenitud sin dudar.. un hombre que se deja manejar por sus suposiciones y fantasmas, esa clase de hombres que tiene la razón y que necesita descargar su ira con la persona que más lo comprende, acompaña y ama... capaz por tener esa certeza de que lo aman y no lo van a dejar...
Y sí, las lagrimas también corrieron por mi rostro una vez que iba leyendo con más intensidad cada pagina, me sentía reflejada en esa mujer que trataba de explicar todo, para alejar la desconfianza de la persona que amaba, consiguiendo solamente que esa persona desconfiara más, insultara más, humillara más...
Un ego pisoteado por la persona que amas, tiene que doler... así como le dolió a María tener claro en muchos momentos, que esa relación estaba destinada al dolor, al sufrir, que esa relación estaba destinada al "vicio" ... pero aun así una relación dificil de soltar, bien sea por miedo, por esperanzas, y por supuesto, por amor..
Pero el amor no es eso, eso simplemente es obsesión... una obsesión que le llevo al personaje a imaginarse historias donde la mujer que amaba no era más que una "cualquiera", un personaje que pecaba con sus actuaciones, pero que al verlas en la persona que "amaba" no era algo posible de tolerar...
Una obsesión que lo llevo a la decisión de acabar con la única persona capaz de entenderlo en el mundo... y así lo hace, acaba con ella, más alla de acabar con su alma, con su corazón, acaba con su vida... para luego, entre unas paredes frías pagar la condena de sus actos...
El túnel, es una novela existencialista, excelentemente lograda, que muestra el lado crudo y enfermo que tenemos los seres humanos, es prácticamente una cronología de la destrucción de una persona, es la evidencia de cómo podemos con nuestros mounstrous, destruir con las manos aquello que llevamos años construyendo...aquello que No merece ser destruido.
Es un libro para leer, para analizar, para sentir.. es una novela única en su estilo, una novela que no puedes dejar pasar, una novela en la cuál el hombre es una máquina de destrucción . . .
"...en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida."
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